La existencia de población callejera es una situación popular en todas y cada una de las enormes urbes de todo el mundo. Este año, en la Localidad de México, se efectuó el “Censo Callejero 2017”, que arrojó que mucho más de 4 mil personas están en esta situación, solo en la ciudad más importante.
En la época del actual mes, el estado de California en los USA, logró un aviso sobre el nivel de pobreza que registró.
El encontronazo de la pandemia de covid-19
Si bien aún no se tiene datos para 2020, las proyecciones del Banco Mundial ahora detallan un incremento importante en el número de personas pobres en América a consecuencia de la pandemia .
Tomando como referencia el umbral de US$1,90, en 2019 se estimó que había precisamente 24 miles de individuos viviendo en pobreza extrema en América Latina.
Probables enseñanzas para los gobiernos de todo el mundo
Realizar comparaciones directas entre China y Argentina es bien difícil eminentemente por 2 causas: primero, pues la economía nacional asiático está medrando a una tasa de 2 dígitos (lo que puede escucharse como ficción para nosotros) y, seguidamente, por el hecho de que la efectividad de su diseño hay que en parte importante a su régimen político, un sistema jerárquico con un solo partido en el poder a lo largo de 70 años. Si bien este nivel de planificación es mucho más improbable en una democracia, Álvarez apunta a una viable lección: “Tenemos la posibilidad de estudiar de ellos la relevancia de producir acuerdos sobre el modelo de avance para eludir los avatares y los cambios radicales que experimenta el país en frente de cambios de gobierno”.
Otra viable lección debe ver con el papel del Estado: “En la situacion de China no hay milagros. Lo que hay es un Estado que participa redistribuyendo la renta. La mano invisible es tan invisible que uno se puede caer de manera fácil”, enseña Álvarez. Néstor Restivo, por su lado, apunta que la situacion de China puede hablarnos del potencial transformador que hay en el momento en que distintas campos de la sociedad se unen por un propósito común: “En el momento de batallar el sinhogarismo en este país, podríamos involucrar otros actores, públicos y privados, desde jóvenes organizados hasta académicos, incluyendo las ONG. Que cada uno patrocine un concejo o localidad y trabaje por objetivos. Esto se podría llevar a cabo”.